La Fundación Vinjoy, con el apoyo de la Fundación EDP, ha dado un paso firme hacia la sostenibilidad ambiental al incorporar dos vehículos 100% eléctricos a su flota. Esta decisión estratégica no solo reafirma el compromiso de la organización con el medio ambiente, sino que también optimiza el servicio a sus usuarios, contribuyendo a la vez a una mejor calidad del aire en los entornos donde opera.
La electrificación de la flota es una medida con un impacto ecológico significativo. Se estima que cada uno de los vehículos recorrerá alrededor de 10.000 kilómetros al año, lo que suma un total de 20.000 km libres de emisiones de escape directas. Al sustituir vehículos de combustión interna, la Fundación Vinjoy elimina la emisión de gases contaminantes como el dióxido de carbono, los óxidos de nitrógeno y las partículas en suspensión, responsables del efecto invernadero y de problemas de salud respiratoria.
Al elegir una solución de movilidad sostenible, la Fundación Vinjoy no solo actúa de forma responsable, sino que también promueve la concienciación ecológica entre sus miembros, la comunidad de personas sordas y la sociedad en general, mostrando que la movilidad de cero emisiones es una opción viable y ética para cualquier entidad o particular.
En definitiva, la incorporación de estos dos vehículos eléctricos, que anualmente recorrerán conjuntamente 20.000 km en tareas de servicio y gestión, simboliza una inversión doble: en la sostenibilidad del planeta y en la eficiencia de la misión social de la Fundación. Es un compromiso tangible con un futuro más limpio y una prueba de que la tecnología y la responsabilidad social pueden avanzar de la mano.
